Canas
Revista PARA TI | enero 2005
Después, llevar el gris o el blanco no fue más que
un irrefutable –y despreciado– testimonio del paso del tiempo. Entonces
aparecieron los canosos sexies, con Richard Gere y George Clooney “a la
cabeza”, y algunas mujeres audaces, como Jaime Lee Curtis y Diane
Keaton. Ahora, las canas se reproducen en campañas de publicidad que
hablan de “otra belleza”, en las pasarelas top del mundo de la mano de
Karl Lagerfeld y hasta en el cine.
En la antigüedad, cuando los artistas plásticos
decidían brindar tributo a los dioses, los retrataban con peinados
soberbios y cabellos abundantes y grisáceos. Las cabelleras plateadas
denotaban majestuosidad y, sobre todo, sabiduría. A aquellos que
peinaban canas se los consideraba dignos de respeto. Pero los tiempos
fueron cambiando, y con ellos las modas. Desde hace décadas, las
primeras apariciones de hilos plateados en el cabello no suelen ser
bienvenidas y –salvo excepciones– se tiende a ocultarlas.
Sin embargo, hoy la tendencia es otra. El lucir canas, que hace rato es
patrimonio casi exclusivo de los hombres, a quienes las cabelleras
platinadas otorgan un aire maduro, interesante y distinguido, empieza a
ser bien visto. Y mirar hacia Hollywood otorga un buen panorama del
fenómeno: si bien hasta el momento eran varios los actores que hacían
gala de su cabelleras blancas –como Richard Gere y George Clooney–, la
novedad es que cada vez son más las actrices que están animándose a
desechar las tinturas y a dejarse las canas. Jamie Lee Curtis, Shirley
Jones, Diane Keaton y Tyne Daly son pioneras en esto. “Las actitudes
están cambiando y más gente está viendo las canas como algo moderno y
sexy”, explica Diana Lewis Jewell, quien entrevistó a docenas de
sofisticadas mujeres canosas para escribir su libro Going Gray, Looking
Great (Encaneciendo, Luciendo Genial). Pero no se trata de abrazar un
look desprolijo. Al contrario, con la profusión de nuevos tratamientos y
acondicionadores capilares, las canas dejaron de ser una condena y se
han convertido en una opción asociada a la elegancia. Tanto es así que
hasta en la Semana de la Moda de Alta Costura parisina el diseñador
–canoso por cierto– Karl Lagerfeld presentó en el desfile de Chanel
Couture una docena de modelos glamorosamente encanecidas.
Pero, ¿se podrá importar esta moda a Argentina? La respuesta –por ahora–
es unánime: no. “Es imposible porque las mujeres argentinas son muy
coquetas. Salvo que verdaderamente se imponga en el mundo entero”,
afirma el peinador Pino Paparella.
En diversos tonos, texturas y largos, las canas comienzan a aparecer
alrededor de los 35 años. “El encanecimiento es la no asimilación del
color en la fibra capilar. Puede tener una connotación acorde al
envejecimiento, y en otros casos puede ser una no asimilación prematura
de las células que dan color al cabello”, explica Miguel Angel Cisterna, tricólogo –especialista en estudio del cabello–, quien
coincide en afirmar que en Europa cada vez más mujeres están optando
por el pelo grisáceo, “pero en Sudamérica es donde más se usa la
coloración. Es un tema cultural. Las mujeres latinas prefieren teñirse”.
Para la asesora de imagen Carolina Marafioti, “en nuestro país se está
muy pendiente de la imagen, hay que estar siempre divinas, todo el
tiempo intentamos parecer más jóvenes. No conozco a ninguna mujer que
opte por permanecer canosa. Al contrario, están todo el tiempo
pendientes de hacerse el color”. Efectivamente, mientras son varios los
hombres argentinos que aceptan las canas, son pocas las mujeres que se
identifican con los hilos plateados tan asociados al paso del tiempo. Es
que los estándares de belleza locales las dejan al margen.
La marca de belleza Dove lanzó su última campaña “Por la belleza real”
con el objetivo de invitar a la mujer a participar en un debate y
ampliar la mirada sobre los parámetros de belleza vigentes, entre ellos
la edad. Una de las protagonistas que la ilustran es una mujer
totalmente canosa. “La visión estereotipada de la belleza apunta a una
mujer joven. El envejecimiento, y más específicamente el pelo blanco, es
uno de los rasgos que más esconden las mujeres. Frente a ello, la
campaña intenta promover una mirada más amplia sobre la belleza y por
eso la elección de esta mujer canosa que transmite vitalidad,
personalidad, naturalidad y autenticidad”, apunta Dolores Marino, brand
manager de la firma en nuestro país.
En la Argentina, una de las que reivindica el gris plata a la cabeza es
la ambientadora y decoradora multimedia Gloria César. “Me dejé las canas
por comodidad, siempre quise ser natural, un día decidí decir basta y
no teñirme más. Ahora la gente se acostumbró a verme con canas, pero al
principio a las mujeres de mi edad les daba miedo. Yo les recordaba el
paso de los años. A los hombres les parece interesante, pero tienen
pánico de salir con una mujer canosa, les da miedo parecer viejos y
aceptar su propia edad”, cuenta Gloria, quien –firme en su postura de
permanecer natural– encuentra respaldo en la famosa cita de Oscar Wilde:
“Una mujer que dice su verdadera edad es capaz de decirlo todo”.
Nota publicada en la Revista Para Ti.
Edicion 4309, fecha 17-02-05
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